- Introducción
- Proceso autonómico
- Experiencias de comunicación con los "otros"
- Cambio de visión de la realidad
- Mundos reales: hacia la visión de la complejidad
- Epílogo
- Tipos de memoria
- Tipos de percepción
Introducción
En su libro ¿Es real la realidad?, Paul Watzlawick nos presenta la dificultad de los humanos de establecer comunicación con animales, como el chimpancé y los cetáceos, como el delfín. Se han hecho innumerables experiencias e investigaciones intentando que estos especímenes aprendan el lenguaje humano. Creo, que no se ha investigado, que los humanos puedan aprender el lenguaje de estos mamíferos, sino que el aprendizaje ha estado orientado solo en un solo sentido. También Watzlawick muestra estudios de cómo debiera ser la comunicación con posibles extraterrestres. Seguramente la forma de comunicación de todos estos "contactos" transhumanos se produce a otro nivel de la realidad. No basta esperar que "ellos" comprendan el lenguaje hablado y escrito de los humanos. Lo más probable es que ellos comprendan de forma inmediata y holística las sensaciones y el sentido de lo que se está comunicando. El tipo de comunicación a establecer, entre este tipo de contacto, debe implicar un sistema complejo de interacciones y emergencia de respuestas que orienten la comunicación para obtener una respuesta eficiente. Es probable, que de todos los seres inteligentes, además del ser humano, destaca el delfín, por sus características cerebrales similares al de los humanos y por su comportamiento, altamente inteligente.
Para iniciar la investigación de las comunicaciones del reino animal (animales, aves, peces, insectos) hay que considerar la diferencia que existe entre el ser humano del presente (no así el primitivo) que no emite sonidos continuos y aquellos que permanentemente lo provocan. Cuál es el verdadero sentido de realizar estos sonidos y/o para qué lo utilizan estos organismos. Esto trae al debate de cuál es el rol del cerebro en la percepción.
El cerebro no sería solo un medio de almacenamiento, sino un mecanismo de recepción de interferencias de ondas, tanto de la percepción ordinaria como de la memoria.
Sabemos que nuestro cerebro está compuesto y ha evolucionado en cuatro cerebros: de reptil, de mamífero y corteza cerebral, dividida en dos hemisferios. Hemos visto que cada cerebro tiene su propio lenguaje. No solo existe un lenguaje diferente para cada hemisferio cerebral de la corteza cerebral, sino que los cerebros de reptil y de mamífero poseen su propia forma de entender y actuar en el mundo. Entonces, la estructura cerebral se compone de cuatro cerebros y cada uno de ellos "funciona de diferente forma con su "propia utilización del lenguaje, nivel de comunicación, imaginería y forma de ver el mundo, sus propias conexiones químicas con el cuerpo y sus propias ondas cerebrales"[1].
Hay, ahora, muchas formas para ingresar al territorio sagrado de nuestra interioridad, desde los conocimientos ancestrales de todas las culturas hasta las modernas formas de acceso al inconsciente. Pero todas ellas, nos llevan a contactarnos con la naturaleza. Hoy estamos en situaciones complejas que dificultan detenernos a escuchar el silencio. La vida transcurre, rápidamente, en todas las actividades de cada día. La parte del intelecto, análisis y de la razón, son los señores que mandan nuestras acciones. La intuición ni siquiera se le mira con respeto. Es una perturbación para la razón. No encontramos sentido a lo que hacemos y a lo que percibimos. La esencia de las cosas está vedada a nuestro alcance. Ni siquiera sabemos lo que esto significa. No conocemos la experiencia de eliminar las fronteras del objeto y el sujeto de la percepción. Si, así fuera, veríamos la esencia de todo lo que existe. Nos conectaríamos con la naturaleza, sus plantas, animales, aves, la tierra, el planeta entero. Hablaríamos otro lenguaje[2]Y, obtendríamos sabiduría de esta conexión, tal como es el comportamiento inteligente de las abejas, que nos muestra Antonio Damasio[3]En la búsqueda del néctar, es asombroso que la abeja, que solo posee un dispositivo neurológico simple, pueda realizar una tarea compleja de selección de las flores con su "recompensa (néctar). La abeja efectúa decisiones en la elección de las flores, de forma inconsciente y no deliberadamente, a través del dispositivo automático que posee y con el cual logra finalmente su objetivo. Este proceso, tiene gran similitud con el modelo complejo autonómico de meditación disipativa. En ambos procesos, se fija la atención inicial en la búsqueda de un objetivo (intención). Luego se produce la asociación de una imagen (visualización) con el objetivo (intención). La abeja asocia un color de la flor con el néctar. El meditante visualiza una imagen asociada a su intención-objetivo. Una vez que se vuelve (dos a tres veces) a encontrar con la imagen inicial (color de la flor de la abeja e imagen del meditante) se produce el aprendizaje (reconocimiento). Entonces, en ambos procesos, se tiene una mayor probabilidad de encontrarse con el objetivo final: néctar para la abeja y objetivo de la meditación, para el meditante. Todos estos procesos se producen a nivel inconsciente de forma autónoma. Damasio recalca:
No estoy sugiriendo en absoluto que nuestras decisiones procedan de un cerebro de abeja oculto, pero creo que es importante saber que un dispositivo tan simple como el que se acaba de esbozar puede realizar una tarea tan compleja como la descrita.
La vida moderna nos llena de estímulos que no permiten conectarnos con nosotros mismos. El "primitivo" vivía en la esencia de conectarse a todas las realidades. Y este acoplamiento les permitió obtener sabiduría que ayudó a la evolución de la humanidad. Con el espíritu era su conversación diaria. Y estaban unidos a la totalidad del universo. Esto se perdió con el tiempo. No sabemos cómo. La caída del hombre se produjo al desconectarse con la naturaleza. El ruido de la época actual no deja paso al mensaje del silencio. En cambio, el silencio de la antigüedad no era perturbado por la conquista de la tecnología de hoy, con sus motores de automóviles, aviones, y maquinarias, radios y televisores, teléfonos y celulares, juegos de video, Internet, etc.
Los antiguos "primitivos" entraban a estados alterados de conciencia muy fácilmente que, como veíamos, les permitían trascender el espacio, el tiempo y la identidad. Todo esto los hacía relacionarse conscientemente con el universo en su totalidad. Experimentaban "viajes" a otras épocas y otros tiempos del pasado y futuro. Se contactaban con espíritus de personas fallecidas y con experiencias religiosas.
Ahora, el proceso autonómico comienza fijando una estructura, espacio o tema general del viaje que permita centrar la atención en un marco de probabilidad de ocurrencia del fenómeno psicológico buscado. Enseguida, se especifica, en forma autónoma, el sentido del viaje a través de un estímulo sensorial (físico o mental). Por último, se perturba el viaje con un estímulo externo (percepción sonora o táctil) produciéndose con toda esta combinación de estímulos sensoriales, la emergencia del "viaje" esperado. Todo esto tiene las características de un sistema abierto autopoiético (Maturana). El proceso autopoiético consiste en que un sistema abierto (por ejemplo, la mente) está determinado por su estructura que puede ser perturbado y acoplado con un agente externo, pero es autónomo de elegir su propia dirección. Más aún, el sistema decide qué y quién lo perturbará.
Entonces el delfín y/u otro animal, ave o insecto perturban sus creaciones e imágenes con sus sonidos generados por su propia individualidad, generando así, al igual que el proceso autonómico, la emergencia de una realidad de su entorno.
Proceso autonómico
En el proceso autonómico se crea un producto (pensamiento) que genera, en el proceso de la producción de la consciencia, otro producto (emoción) que, a su vez, genera otro producto (pensamiento) que vuelve a generar una imagen, reconocimiento y sensación que genera una emoción y así, se repite, permanentemente, el proceso y cambio de estructura en forma recursiva. La dinámica del proceso de perturbación produce nuevos elementos y atractores inestables, que generan una nueva estructura del sistema y continuidad al proceso consciente siguiente. La estructura disipativa del proceso consciente, contempla una dinámica de perturbaciones en su secuencia de pensamiento, imagen, reconocimiento, sensación y emoción.
Así como el delfín puede "ver" el interior del organismo de otro delfín, en el proceso autonómico, podemos meternos dentro del cuerpo de un animal y sentir las percepciones que el animal está viviendo. También introducirnos en un trozo de metal y percibir qué es lo que nosotros somos capaces de recoger en este caminar por el interior del cuerpo de metal.
Todas estas son expansiones de la conciencia porque, el trozo de metal es algo que está inerte que no tiene para nosotros ningún otro significado que se le pueda aplicar en el campo tal vez de la industria, sin embargo, el proceso nos hace introducir en el trozo y nos hace experimentar que es lo que hay en el interior.
El proceso autonómico emergió, en forma intuitiva, a fines de los 80 como un modelo modular de meditación, cuya característica era combinar simultáneamente, aspectos del hemisferio izquierdo y derecho del cerebro, de tal modo, de producir un efecto resonante de interferencias de ondas neurológicas. El resultado fenomenológico era tratar de producir una imagen de realidad virtual (holográfica). Con el avance de la tecnología en la medición de las etapas del proceso de un instante de conciencia (F. Varela) se comprendió que el modelo de percepción no ordinaria (en meditación) no era más que una réplica de las etapas de lo que ocurre en un instante de conciencia ordinaria.
Experiencias de comunicación con los "otros"
La experiencia de "Viajes de transformación" es una técnica de acceso a la realidad de trascendencia de la identidad. Es como si hubiese una identificación plena con otras vidas de la naturaleza. Es una de las técnicas que permite experimentar plenamente la unión del sujeto con el objeto, sin distinción alguna. Puede originarse como un fenómeno de comunicación transpersonal con personas, aves, animales, peces o insectos.
La identificación con aves, peces y animales es una experiencia muy enriquecedora por la desaparición de los límites de la trascendencia de la conciencia. La identificación con un animal nos hace ver y sentir la importancia de la cercanía de nuestra conciencia con la de otras especies. Esta experiencia, es similar al tercer estadio del trance del chamán, la identificación con un humano-animal o theriántropo.
Las siguientes experiencias describen estas actitudes:
Primero sentí al lado mío, como parte mía un perro. Salí, de mi casa, corriendo sin saber cómo ya estaba en un sitio en el cual había mucha vegetación y agua; caminamos por la orilla del río y de pronto me sentí volando, era un ave y miraba mientras volaba muchos bellos paisajes, bosques entre cerros y agua (ríos). De pronto sentí la música como que venía del mar y me vi con otras aves juntas en la orilla del mar. Luego emprendí el vuelo nuevamente por sobre aquellos árboles de un verde maravilloso y sobre un agua muy cristalina.
Veía con los ojos el nivel de la superficie del agua y me di cuenta que el caimán que flotaba en el agua era yo.
Me encontraba en la selva con mucho temor. De pronto, se me fue el miedo. Me había convertido en tigre.
Venía volando como un pájaro en el mar. Divisé unas ballenas y me convertí en ellas.
Primero me convertí en caballo. Después empecé a volar como un Pegaso hacia el sol.
Sufrí una transformación; de águila me convertí en delfín y después en mariposa.
Me veía caminando y comienzan a caer estacas del cielo. Como esto me daba miedo, observo un pequeño chanchito de tierra y me convierto en él. Me siento pequeño, con un caparazón y me cuesta moverme. De pronto escucho un gemido de alguien y me convierto en un tigre en la selva para ir en su ayuda.
Como águila me vi volando desde un cerro y abajo veía bosques y ríos totalmente desconocidos.
Vi un tigre; no partí de ningún lugar sino que inmediatamente me vi en un lugar con pasto alto, había viento, pero agradable; siempre permanecí en el lugar sola, jugué, acaricié y luego el tigre se transformó en una manada de ciervos que se disolvían.
En lugar de concentrarme en un solo animal, mi visión eran tres, una garza, un cisne, un felino; se mezclaban entre ellos. Luego de una larga pausa me vi envuelta en círculos de niebla o nubes que se me acercaban logrando con esto quedarme definitivamente con la garza volando a través del océano en un atardecer lleno de colorido.
Luego, realmente me vi en la jungla con la vegetación y animales.
Me visualicé como un perro y recorrí varios lugares, partiendo de mi casa.
Una imagen de perro pequeño jugando en el pasto; después veo un ave que observa una carretera.
Me vi como un perrito coker spanish, que salía desde la plaza que está a una cuadra de mi casa y desde ese momento yo me fundí con el perrito y corrí feliz, sin cansarme, recorriendo caminos, cerros, pastos, mar, calles.
Me sentí como un caballo que revolotea por colinas; luego el espacio se me hizo estrecho y me convertí en un ave con enormes alas abiertas, volando suavemente alrededor de un campo; iba y venía.
Un caballo (supuestamente yo) corría por el campo en el ocaso y no paraba de hacerlo; lo que más me emocionaba era sentir la brisa y tener la sensación de algo inalcanzable.
En algún momento casi me sentí caballo, imagen que perdí rápidamente.
En el animal que pensé fue un caballo negro y brillante y el inicio del recorrido de este caballo fue de un lugar verde con una gran montaña verde atrás; empezó a galopar en forma lenta y poco a poco tomaba velocidad y empezaba a recorrer un camino largo, rodeada de una gran cadena de montañas, con bastante vegetación, en la cual tenía caídas de agua.
Empecé siendo un caballo que salía desde la partida del club hípico.
Vi un pájaro que volaba por campos y selvas amazónicas, todo verde, lleno de vegetación y ríos, luego me convertí en un caballo salvaje que corría y estaba con una manada por lugares más conocido como campo de la zona central; finalmente me convertí en pez que bajaba por una cascada, que luego llegaba al mar y en las profundidades encontraba un naufragio con un barco pirata, con un tesoro.
Me visualicé con un elefante muy grande, lindo y dulce.
Un ave sobre un puente; luego veo un camión rampla; lo empiezo a seguir y con los ojos de águila veo los detalles del camión.
Era parte de la tonina; di vueltas en la bahía y pasó un barco negro. Me uní al barco y salté un rato a su lado. Pero me aburrí de esa monotonía y partí hacia Tahití a ver los peces de colores.
Después un paisaje con mar, me imaginé que era un águila que volaba por extensas llanuras.
Después empecé a volar como un Pegaso hacia el sol.
Me convertí en un ave con enormes alas abiertas, volando suavemente alrededor de un campo.
Me sentí volando, era un ave y miraba mientras volaba muchos bellos paisajes, bosques entre cerros y agua (ríos).
Una de las formas de establecer una comunicación, con otras especies, es establecer otras formas de percepción de la realidad. Normalmente se ha llevado investigaciones de comunicación con otras especies en el ámbito de la percepción sensorial, dejando de lado otras formas de percepción. Acá es fundamental pensar y actuar cómo pueden "ver y hacer" la realidad esas especies. Es un cambio de paradigma de percepción de la realidad mejorar la comunicación transhumana, es decir, más allá de la comunicación humana. Es integrar en este proceso, una nueva visión de la realidad.
Cambio de visión de la realidad
En mi libro, El Universo en un Instante de Conciencia, se sugiere, en estricto rigor, la existencia de más de un mundo de la realidad. Para los fines del estudio de la conciencia, diremos que puede probarse, empíricamente, la existencia de al menos seis mundos: el mundo de la realidad sensorial, el mundo de la realidad personal, el mundo de la realidad prepersonal, el mundo de la realidad transpersonal, el mundo de la realidad arquetípica y el mundo de la realidad compleja. La mayor parte de las personas se mueve ordinariamente en los mundos de la realidad sensorial y personal. Bajo ciertas condiciones y circunstancias la persona puede acceder a los otros mundos. Cada mundo, como cada realidad, sólo pueden comprenderse en su propio reino. Así, como el mundo sensorial no percibe los demás mundos, la realidad que presenta, por ejemplo cada sentido, tampoco tiene acceso a la realidad de otro sentido.
Es bien sabido, que una de las características principales de los mundos, es que se viven en forma autónoma, no mezclándose entre ellos. Sin embargo, dentro de un mismo mundo se pueden superponer realidades distintas, como por ejemplo, en el acto de comer una manzana, se complementan la percepción visual de la fruta, sentir al tacto su dureza y forma, saborearla al masticarla, oler el aroma que desprende y oír como cruje al romperle un trozo. Sólo en raras ocasiones se mezclan mundos distintos.
Mundo de la Realidad Sensorial[4]
El mundo de la realidad sensorial, al que todos estamos acostumbrados, está delimitado por el buen funcionamiento de nuestros cinco órganos sensoriales. Siempre se le ha dado jerarquía a los sentidos, otorgándole mayor importancia a un sentido que a otro. Ahora bien, quien no tuviera ojos, cómo podría saber la sensación que produce una hermosa puesta de sol; quien no tuviera oído, cómo podría saber la sensación que produce escuchar el concierto de música de la sinfonía de Beethoven; quien no tuviera olfato, cómo podría saber la sensación que produce la gama de perfumes de las rosas en primavera; quien no tuviera sensación táctil, cómo podría saber la sensación que produce estrechar el cuerpo de una mujer amada; quien no tuviera sensación gustativa, cómo podría saber la sensación que produce saborear las comidas. Todos los sentidos son muy importantes y se complementan sinérgicamente. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que cada elemento de él es objetivo e independiente. Cada cosa existe por sí misma.
Mundo de la Realidad Personal.
Nuestra historia biográfica personal, es otro mundo. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que cada elemento de él es subjetivo e independiente. Cada persona tiene su propia realidad. El mundo de la realidad personal sugiere que existe una identificación espacial en el tiempo. Así podemos clasificar la realidad personal según sea la distancia en el tiempo de nuestro recuerdo en al menos cuatro realidades: realidad personal inmediata, cercana, lejana y remota. La realidad inmediata, puede considerarse a los recuerdos de horas y días; la realidad cercana, a recuerdos de semanas y meses; la realidad lejana, a recuerdos de años anteriores; la realidad remota, a recuerdos de nuestra juventud e infancia. En estados profundos de relajación se puede facilitar remontarse al pasado.
Mundo de la Realidad Prepersonal[5]
Si podemos recordar nuestro nacimiento y etapas contiguas (perinatales) del proceso de formación de la criatura por nacer, accederemos a la realidad prepersonal (anterior a lo personal). Las matrices perinatales básicas de Grof corresponden al mapa de este mundo al que se puede experimentar en estados profundos de relajación y meditación. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que cada elemento de él es subjetivo y dependiente.
Mundo de la Realidad Transpersonal.
La realidad transpersonal, en raras ocasiones se manifiesta en forma espontánea. Lo más adecuado para acceder conscientemente a este mundo, es involucrarse en un proceso continuo y permanente de meditación profunda en las diversas técnicas existentes tanto en las culturas antiguas como los métodos modernos de alteración de la conciencia. El budismo, chamanismo y yoga pueden por ejemplo, ser caminos seguros para introducirse a estas realidades. Las técnicas holotrópicas de Grof o el modelo Cread 90, son estadísticamente alternativas concretas para profundizar este ámbito de la realidad.
Mundo de la Realidad Arquetípica.
La experiencia en el mundo de las diversas realidades ha demostrado que el mundo de la realidad arquetípica, está estrechamente ligado con todas las realidades. Cuando se presenta una realidad personal, perinatal y transpersonal específica, casi siempre está asociada a algún fenómeno simbólico-arquetípico (cosmos, agua, aire, tierra, fuego, conservación de la vida o especie). Podemos decir, que este mundo de la realidad arquetípica, es el enlace entre las realidades personal, prepersonal y transpersonal. Puede accederse a este mundo mediante técnicas de meditación. Entre todas ellas, se destaca la técnica del despertar kundalini, proceso mediante el cual se libera la energía dormida en la base de la columna vertebral y comienza la apertura de los centros energéticos (chakras)[6].
Mundo de la Realidad Compleja (Cuántica-Cósmica).
Parece ser que, para acceder a las realidades complejas, transpersonales y arquetípicas, debiéramos atravesar primero un campo de experiencias del nivel cuántico, nivel que nos recuerdan los símbolos grabados en las cavernas primitivas que significarían el proceso que experimentaba el hechicero en el inicio del trance, en la oscuridad de la caverna. De las imágenes grabadas, se ha ofrecido recientemente una nueva e interesante interpretación:
Son los signos que delatan el arte chamanístico, procedentes de una mente en estado de alucinación. En el primer estado, el sujeto ve formas geométricas tales como retículas, zigzags, puntos, espirales y curvas. Estas imágenes, seis formas en total, son brillantes, incandescentes, vívidas y poderosas. En un estado más profundo, se está con frecuencia acompañado por la sensación de atravesar un vórtice o un túnel en rotación.
Mundos reales: hacia la visión de la complejidad
Mundo de la Realidad Sensorial.
La causalidad predomina en este campo de la realidad objetiva. El inconsciente está relegado a casi su inexistencia; el objeto externo (como representación de la realidad) es lo principal. El paradigma de la cultura occidental juega este rol como la única realidad, lo cual nos lleva hacia el abismo, que se vislumbra en los próximos años. Vemos como se ha orientado la percepción de la realidad, que incide habitualmente en nuestra forma de "hacer" las cosas. Desde hace cuarenta años hemos sido testigos de una gran avalancha de conocimientos y tecnología puesta a nuestro servicio. Todo este acervo cultural ha sido dominado por un enfoque de la ciencia cognitivista. La aparición de los sistemas informáticos y de la inteligencia artificial ha validado este paradigma de representación de la realidad. La razón y las ciencias cognitivistas van a la vanguardia en esta revolución del conocimiento. A pesar de obtener frutos de esta forma de "ver" el mundo, ahora nos estamos dando cuenta del peligro de este enfoque. Creo, que esta forma de ver el mundo de la realidad, por la sociedad occidental, demuestra que esta sociedad es una sociedad tremendamente ineficiente, pues no utiliza todas sus capacidades. Se dice que nosotros, como mucho, no empleamos más de un 2% como actividades conscientes[7]El resto permanece en la oscuridad para su conciencia. Y, así, nos vanagloriamos y atrevemos a decir, que somos "conscientes y objetivos" en nuestras decisiones.
Pero realmente ¿Existe algo objetivo que no cambia? Podemos pensar, como lo vemos con nuestros sentidos, que nosotros no cambiamos físicamente en un lapso de tiempo corto, un día, una semana, un mes o tal vez un año. Pero, ¿qué ocurre realmente? Hoy sabemos, la ciencia nos lo dice, que estamos permanentemente cambiando. Existen procesos autoorganizativos autónomos que están generando estos cambios sin nuestra conciencia de él. Es lo que llama Deepak Chopra, la fisiología oculta:
Si pudiéramos ver nuestro cuerpo como en realidad es, nunca podríamos verlo igual dos veces. El noventa y ocho por ciento de los átomos de nuestro cuerpo no estaban en su sitio hace un año. El esqueleto, que parece tan sólido, no estaba ahí hace tres meses. La configuración de las células óseas permanece más o menos constante, pero hay átomos de todas clases que circulan libremente a través de las paredes celulares; ello significa que adquirimos un esqueleto nuevo cada tres meses. La piel se renueva cada mes. Cada cuatro días estrenamos un nuevo recubrimiento de nuestro estómago, y las células superficiales que entran en contacto con la comida se renuevan cada cinco minutos. Las células del hígado se reciclan muy despacio, pero aun así fluyen a través de ellas nuevos átomos, como el agua en el cauce de un río cada seis semanas. Incluso en el cerebro, donde las células no son reemplazadas cuando mueren, el contenido de carbón, nitrógeno, oxígeno y otros elementos, es totalmente diferente, el día de hoy, de lo que era hace un año.
Sin embargo, como dice, Humberto Maturana respecto de los sistemas autopoiéticos:
Experimenta cambios estructurales continuos al mismo tiempo que conserva su patrón organizativo en red.
Por otra parte, Antonio Damasio[8]nos señala:
Aunque existe una realidad externa, lo que sabemos de ella nos llegaría por medio del cuerpo propiamente dicho en acción, a través de las representaciones de sus perturbaciones. Nunca sabríamos lo fiel que nuestro conocimiento es a la realidad "absoluta".
Entonces, paradójicamente, en apariencia vemos lo objetivo. Pues, como lo señalan G. Hernández y L.M. Rodríguez[9]
Se propone un nuevo plano de la relación sujeto-objeto: el de la acción del sujeto sobre los objetos. Nuestro objetivo, lo reiteramos, es mostrar que en el proceso del conocimiento no hay observaciones puras de objetos externos, así como tampoco es posible la pura observación de los objetos por un sujeto pasivo. No se trata de un sujeto que consiste en un cerebro y un conjunto de sentidos que lo comunican con el exterior, sino de un sujeto que puede actuar sobre el exterior y puede observar las acciones que efectúa y el resultado de ellas.
De ahí, que la forma habitual de ver el mundo, debiera preocuparnos, pues es una verdadera crisis que las actividades que realizamos, dependan de tan solo un bajísimo porcentaje de actividad consciente. No hay que mirar tan lejos, ya lo vimos, existe crisis en la educación, la salud, el trabajo, la comunicación y, por último, existe una crisis en la ciencia. Todos estos campos se ven afectados por un principio de indeterminación de los resultados. Emerge una vorágine de situaciones imprevisibles y cambiantes que no pueden ser programadas con el método ortodoxo. Se necesita de un nuevo enfoque de estrategias, para enfrentar el cambio continuo y permanente. Ya no es posible esperar que se mantenga un equilibrio. Hay que permanecer lejos del equilibrio y elaborar estrategias que permitan "atraer" soluciones predefinidas. Estamos inmersos en un campo de posibilidades ilimitadas y dependiendo de nuestra estrategia, se nos abren nuevas realidades de una historia continua en nuestra vida cotidiana.
Los sentidos (visión, audición, tacto, olfato, gusto, sinestesia) nos dan una percepción de la realidad, como si participara un objeto externo, independiente de un sujeto observador. No se percibe la participación del sujeto en la creación del objeto observado. Sin embargo, sabemos, por investigaciones de laboratorio, que la experiencia consciente puede ser investigada. Esta experiencia debe abordarse en una situación normal y ordinaria. En esta circunstancia inicial o primer paso, nos damos cuenta que deben existir elementos ocultos a nuestra conciencia ordinaria durante el desarrollo de una experiencia consciente, cualquiera sea ella. Lo que está presente a nuestra conciencia, es una minúscula parte respecto de lo que acontece en forma "invisible". Sabemos lo que vemos y hacemos en una experiencia consciente, tan sólo de una parte mínima del proceso total. Debemos investigar la naturaleza oculta del resto del proceso de la experiencia consciente. En este punto, se puede partir de las investigaciones realizadas por Francisco Varela, de la existencia de etapas en un instante de la experiencia, que definen los módulos de participación del proceso (intención, reconocimiento, sincronización, respuesta)[10]. Hay que destacar, que estas cuatro etapas ocurren en tan solo 720 milisegundos. Es decir, cada etapa no es de más de 180 milisegundos. Entonces, cuando percibimos algo, con nuestros sentidos, y mantenemos, por ejemplo, la vista en un objeto por un segundo, cada una de estas etapas se repite y refuerza varias veces, lo necesario para que se produzca en forma inconsciente el reconocimiento y la sincronización para que emerja una respuesta. Si de alguna forma pudiésemos reducir esos "tiempos de espera", no se alcanzaría a reconocer los objetos ni sincronizar nuestro cuerpo-mente. Así, podemos decir, que en la práctica cada vez que percibimos "una sola vez" un objeto, en realidad ya hemos percibido esa sensación varias veces en tan solo un segundo. Esto quizás explique el fenómeno llamado "curva arqueada de posición seriada"[11], referida al proceso que siempre recordamos mejor de una lista de artículos los que están al comienzo y final de la lista, que serían los menos "contaminados" o superpuestos por los otros artículos. Las experiencias subjetivas[12]en primera persona, efectuadas en meditación disipativa (modelo Cread 90), permite replicar el modelo de cuatro etapas, dejando así expuestas, como testigo, el total del proceso de la experiencia consciente.
Epílogo
Sabemos, fenomenológicamente, que ya estamos en posición de comunicar la existencia de una nueva forma de percibir, conocer y crear la realidad del Ser.
Siempre hemos pensado que la realidad sensorial puede explicarse y describirse en forma verbal. Damos por hecho, que todos comprenderán nuestra explicación. Esto sucede porque todos han tenido seguramente una experiencia sensorial de esa realidad. Bastará levemente señalar algo similar para la comprensión de ello. Sin embargo, una persona que nunca haya tenido experiencia de la realidad sensorial será imposible comunicarle el sentido de la percepción. Esto nos conduce a la "falsa percepción" descrita por tres ciegos que están tocando a un elefante y después al describir su experiencia señalan lo siguiente: El primer ciego está tomando la pierna del elefante. Explica, "Creo que un elefante es como el tronco de un gran árbol." El segundo ciego no está de acuerdo. "No, yo creo que un elefante es como una serpiente," dice, mientras sostiene la trompa del elefante. El tercer ciego responde, "No, ambos están equivocados, un elefante es como una pared." (Él está tocando el costado del elefante). Cada ciego piensa que tiene razón y que los otros están equivocados, aun cuando cada uno de los tres está tocando al mismo elefante.
Cada uno de los ciegos (todos nosotros somos ciegos) interpreta su realidad para darle coherencia a sus experiencias. Es lo que sostiene M. Gazzaniga[13]
El cerebro, sobre todo el hemisferio izquierdo, está diseñado para interpretar las informaciones que procesa incurriendo en gruesos errores de percepción, de memoria y de juicio.
Tipos de memoria
Desde que estamos en este planeta, usamos la memoria en todas nuestras actividades, durante todo el tiempo. Incluso cuando dormimos y soñamos. Podemos recordar lo que pasó hace un momento, lo que pasó ayer, hace una semana, un mes, un año y, en fin, lo que sucedió hace mucho tiempo. En todas estas ocasiones estamos recordando, es decir, usando la memoria. Ahora, para usar la memoria debemos previamente haber tenido una experiencia de la sensación que recordamos. En esta experiencia participaron los sentidos de la visión, audición, olfato, gusto o tacto. Toda nuestra vida ha transcurrido con esta forma de percibir la realidad: capturar un objeto con los sentidos y posteriormente recordar esa experiencia con "nuestra" memoria condicionada. Aprendemos cuando recordamos. Nos curamos cuando recordamos. Creamos cuando recordamos. Somos inteligentes cuando recordamos. Es un paradigma de la memoria como archivo personal de las experiencias sensoriales. Es una visión fotográfica de la realidad o Egovisión de la realidad. En fin, somos memoria.
Cambiar esta realidad, o forma de percibir el mundo, es un cambio de paradigma. Para comenzar pensemos, ahora, que la memoria está fuera de nuestro cuerpo. Es un campo que no tiene límites de espacio y tiempo. Es equivalente al inconsciente colectivo de Jung. Es la memoria de la Naturaleza de Sheldrake. Para acceder a este campo ilimitado de la memoria, del nuevo milenio, debemos primero cambiar nuestra forma de percibir la realidad, cambiar de paradigma. Es decir, si percibimos como lo hacemos habitualmente, nos mantenemos en contacto con la memoria condicionada ordinaria, descrita en el párrafo anterior. Sin embargo, si producimos una interferencia o perturbación sensorial visual-auditiva o táctil-auditiva u otra combinación sensorial, se accede conscientemente al campo implicado e ilimitado de la memoria no-local. Es lo que hacían nuestros antepasados y lo que hacen los niños en sus primeros años. Es un nuevo paradigma, de la memoria como archivo del universo de experiencias de la humanidad. Es una visión holográfica de la realidad u Holovisión de la realidad[14]
Tipos de percepción
Una de las características de la conciencia es su funcionalidad dual[15]dependiendo del espacio en que se encuentre. Al igual que los diferentes estados de la materia tienen propiedades particulares, la conciencia en cada uno de los dos espacios, sensorial (ordinario) y cuántico (complejo) tiene sus propias propiedades. Quizás esta característica de la conciencia, sea uno de los principales elementos que tenga incidencia en el proceso de desarrollo y evolución de la conciencia. La percepción de cualquier estímulo externo (visual, auditivo, táctil, etc.) es dual, pues contiene simultáneamente tanto una estimulación corporal (ojo, oído, piel, etc.) como una señal de una función no corporal (visión, audición, tacto, etc.). "En un principio, no existía el tacto, o la vista, o el oído, o el movimiento por sí mismos. En lugar de eso había una sensación del cuerpo a medida que éste tocaba, veía, oía o se movía." (El error de Descartes. A. Damasio)
En conciencia sensorial (ordinaria), presenta las propiedades de adosarse a un envase (cuerpo) con características propias de la materia, de inmovilidad, de identidad o pertenencia, de ubicuidad, de temporalidad. En cambio, la conciencia cuántica de estados alterados (no ordinarios), adopta propiedades de deslizamiento de su sensación de envase (cuerpo) con características aproximadas a la energía, de movilidad, de trascendencia de la identidad, del espacio y del tiempo. Una característica importante de la conciencia en ambos espacios sensorial y cuántico (ordinario y complejo) es que la fijación de la atención, permite discriminar la propiedad específica en que nos encontremos. Así por ejemplo, si nos encontramos en conciencia sensorial (ordinaria), podemos prestar el foco de atención en un momento a sentir la conciencia en nuestro cuerpo, o a nuestra ubicación espacial y temporal, tomando esta experiencia como real en este campo. En espacios cuánticos (complejos), podemos prestar atención al cambio de identidad o trascendencia del espacio y del tiempo y también considerarla real en este otro campo transpersonal. En ambos casos, es una experiencia virtual de observador-participante.
Obtener el equilibrio de los dos espacios de la conciencia (sensorial y cuántico), permite un desarrollo y evolución de la conciencia saludable, que puede tener enormes repercusiones en el funcionamiento de la humanidad. Mantenerse en un solo espacio "es incompatible con un comportamiento adecuado y con la supervivencia en el mundo cotidiano". La integración de ambas formas de percibir la realidad, contribuye a una "salud mental genuina". De ahí que, desplazar la orientación, de un espacio al otro, contribuye a un desarrollo sano y eficiente del funcionamiento de la conciencia. Sin embargo, este no es el paradigma que prevalece en nuestra cultura hasta ahora. La cultura occidental, ha tenido por eje en su paradigma de funcionamiento de la conciencia de un solo espacio (sensorial), con claro predominio en este contexto, de la materia sobre la energía. La educación, salud, trabajo y comunicación, están orientadas con el paradigma de la conciencia como materia. Sin embargo, hay indicios y esperanzas que esto vaya cambiando en las próximas décadas. Con el avance de la ciencia y el reconocimiento de las nuevas formas de vida y aplicaciones de la tecnología de la conciencia dual, estamos cada vez más cerca del cambio de paradigma desde la conciencia como materia (sensorial) hacia la conciencia como energía (cuántica).
Uno de los aspectos que contempla la visión de la dualidad de la conciencia, se refiere a la forma de percibir del cerebro. Se puede primero percibir con los cinco sentidos en conciencia sensorial (ordinaria) y segundo, se puede percibir con la estructura cerebral cuántica (u holonómica). Se sabe que el cerebro puede actuar de dos formas para recordar: tener localizado la función de la memoria en un lugar del cerebro o también, tener disperso en todo el cerebro la función de la memoria (como un holograma). De ahí que podemos decir, que somos individuos (con sus sentidos) y también somos seres holoides (con estructura cerebral holonómica). Esto significa que toda la información (recuerdos) del universo se encuentra en nuestro cerebro y que en condiciones especiales (estados alterados) podemos acceder a esta información. Así, toda la información del pasado, presente y futuro está contenida en nuestra estructura cerebral y de hecho nunca estamos desconectados de los demás. Entonces, todos los recursos ya los tenemos y solo debemos buscar una forma para extraerlos de nuestro interior. Esto es lo que persigue la funcionalidad integral de la conciencia a través de la meditación cuántica.
Es sumamente importante, que desde ya se inicie el proceso de cambio, de adaptarse a la funcionalidad integral de la conciencia, en todos los ámbitos de la cultura y educación, en su más amplio sentido. Si esto es así, traerá profundos cambios en la forma de percibir y actuar en el mundo del mañana.
Llevar a cabo este salto, no requiere de grandes cambios tecnológicos en el sentido de incorporar maquinaria y equipos. Solo se requiere de un cambio en el modo de pensar y de hacer las cosas. Es más bien un cambio en la percepción y enfoque de la atención en el otro espacio de la conciencia, cuántico, que históricamente hemos dejado en el olvido. Es volver a recordar lo que somos y llegaremos a ser.
Autor:
Omar Peña
[1] Lilly sosten?a la existencia de otros modos de comunicaci?n, ante los que el lenguaje humano devendr?a en obsoleto, porque las palabras humanas son incapaces de expresar a cabalidad: experiencias y emociones. Seg?n Lilly, una civilizaci?n extraterrestre superior, emplear?a estas formas totalizadoras de comunicaci?n. Este tipo de experiencias indujo a Lilly a profundizar en el conocimiento de los estados de conciencia. A este fin dise?? c?maras de aislamiento sensorial, para flotar horas y horas. En los tanques, el cerebro se liberaba completamente de estas tareas, quedando libre para ocuparse de cosas m?s trascendentes. El cerebro izquierdo, el verbal, el racional quedaba de lado para dar paso al derecho, art?stico, imaginativo. Es interesante investigar el lenguaje auditivo de los delfines y murci?lagos. Probablemente la perturbaci?n de los impulsos sonoros, inaudibles al ser humano, puedan provocarle una imagen ac?stica y percepci?n ampliada y ecol?gica de la realidad, m?s all? de ser solo un instrumento para ver obst?culos en el camino. Adem?s, ?parece incluso que su sistema ac?stico le proporciona tambi?n ?radiograf?as? ac?sticas, es decir, informaci?n sobre la composici?n interna de los objetos?. (?Es real la realidad? Paul Watzlawick).
[2] Los m?dulos del proceso auton?mico est?n referidos al tipo de lenguaje utilizado, como elemento simple de activaci?n de emergencias globales. La palabra es el principio de la creaci?n. ?Es el hacer y el saber, la acci?n sobre el mundo y la visi?n del mundo?. Es un medio complejo de acci?n sobre la realidad. Las palabras ser?an la expresi?n o emergencia de una estructura interior y profunda de la realidad. Se dice que existe una relaci?n ?m?gica? entre la palabra, el sonido r?tmico, el momento, lugar y disposici?n e intencionalidad y que, con ello, estar?amos actuando en los tres cerebros (corteza, de mam?fero y de reptil). De la interacci?n de estos, se produce la paradoja, conflicto producido en la mente, hol?stica, pl?stica y de acci?n din?mica, con las estructuras lineales y dualistas de nuestros modos habituales de expresi?n ling??stica. El proceso comienza tomando conciencia de nuestra naturaleza ancestral de los or?genes de nuestros antepasados primitivos, cuya vida transcurr?a en un permanente estado de supervivencia diaria enfrentada a los rigores de la ?poca de las cavernas. Se contin?a con el proceso de experimentar el instinto de conservaci?n de la especie, a trav?s de sentir por los dem?s en una identificaci?n plena con la conciencia grupal de la especie humana. Ambos estados son determinantes de las caracter?sticas de la conciencia del cerebro de reptil. El proceso evolutivo de la conciencia posteriormente se tradujo en un salto hacia la conciencia de emociones, que se asocia al cerebro de mam?fero. Esto se consigue en la experimentaci?n de los estados emotivos que contemplan la conciencia arquet?pica del fuego, tierra, aire y agua. La nueva conciencia, obtenida con el desarrollo de los dos cerebros anteriores, permite alcanzar el ?ltimo estado de la visi?n interior c?smica.
[3] El error de Descartes. Antonio Damasio.
[4] ?En un principio, no exist?a el tacto, o la vista, o el o?do, o el movimiento por s? mismos. En lugar de eso hab?a una sensaci?n del cuerpo a medida que ?ste tocaba, ve?a, o?a o se mov?a.? (El error de Descartes. A. Damasio)
[5] Las matrices perinatales b?sicas de Grof corresponden a cuatro etapas del proceso de nacer: MPB I del ?Universo amni?tico? en el seno materno; MPB II de ?Inmersi?n c?smica sin salida? momento de las contracciones; MPB III de la ?Muerte y la lucha del renacimiento? del avance por el conducto vaginal; MPB IV de la ?Muerte y resurrecci?n? de la separaci?n del cuerpo materno.
[6] Chakra corresponde a los siete centros de energ?a vital y conectan el cuerpo f?sico con el espiritual. La energ?a vital entra al cuerpo por el chakra ra?z (muladhara) en la base de la columna vertebral acumul?ndose (kundalini) hasta fluir hacia el chakra corona con la apertura de los chacras, mediante ejercicios de asanas o reiki, por ejemplo.
[7] El 98% de la actividad cerebral ocurre fuera de nuestra conciencia. Nadie negar? que casi todas nuestras actividades sensoriales y motrices son planeadas y ejecutadas de modo inconsciente. El Pasado de la mente. M. Gazzaniga.
[8] El error de Descartes. A. Damasio.
[9] Observaci?n y acci?n en el conocimiento cient?fico. G.Hern?ndez & L.M. Rodr?guez. Filosof?a de la experiencia y ciencia experimental.
[10] Estas etapas pueden asimilarse a los cuatro cuadrantes de la visi?n integral de Wilber: intencionalidad, cultural, cerebral y social.
[11] Los hacedores de cerebros. David H. Freedman.
[12] A. Damasio propone que la subjetividad emerge cuando el cerebro est? produciendo no s?lo im?genes de un objeto, no s?lo im?genes de las respuestas del organismo al objeto, sino un tercer tipo de imagen, el de un organismo en el acto de percibir un objeto y responder a ?l.
[13] El Pasado de la mente. M. Gazzaniga.
[14] Corresponde a la memoria ak?shica de los antiguos o memoria cu?ntica de A. Goswami que est? ?escrita en el vac?o?en ninguna parte?.
[15] Seg?n se?ala A. Damasio, cada percepci?n sensorial genera una se?al doble: una se?al corporal, originada desde la entrada del ?rgano sensorial y una se?al no corporal por la funcionalidad del sentido estimulado.